Los dispositivos médicos se consideran una parte esencial de los sistemas de salud; sus beneficios continúan creciendo porque son esenciales para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación seguros y efectivos de la enfermedad. Los pasos involucrados en la fabricación, regulación, diseño, evaluación, adquisición y gestión de dispositivos médicos son complejos pero necesarios para garantizar su calidad, seguridad y compatibilidad con sus entornos de uso.